Revista Die Komet

por **Master** Vie Abr 09, 2010 9:33 am

DIE KOMET
La Revista independiente socialista de Berlín

¿Tiroteo "accidental"?

Todos, al menos los que nos enteramos de lo que ocurrió, queríamos explicaciones por los sorprendentes sucesos que han ido pasando en Berlín durante estos meses, pero al parecer, las autoridades han encontrado conveniente no darnos ni siquiera una mínima pista de que es lo que ocurre en las calles por las que paseamos.

Parece ser que esos cerdos capitalistas se creen que aquí todos nos chupamos el dedo… Camaradas lectores, decidme si no os parece curioso que nadie nos haya dicho que diablos pasó en Die Insel, y luego preguntaos porque apenas salió anunciado en los telenoticias que “alguien” había empezado un tiroteo salvaje bajo un puente.
¡Un tiroteo!
¿Acaso eso no merecería más atención por la parte de todos los periodistas, de todos los medios de comunicación, de cada cámara que estuviera cerca de la zona?
Además, murió un policía y otro quedo herido, por no hablar de extrañas presencias de las que hablan muchos vecinos a los que las autoridades apenas interrogaron…

¿Qué se esconde detrás de tanto silencio?
¿Por qué a nadie le importa que el centro de Berlín parezca una ciudad sin ley?
Pues nosotros, la revista que no tiene amo, os informará, os dirá los secretos mejor guardados de aquellos ojos que vieron pequeños detalles del misterio, os diremos aquella información que la policía no quiso decir a los periódicos y que nadie se ha empeñado en conseguir… salvo nosotros.

Todos recordamos aquel informativo especial a finales de verano que decía como había sucedido un extraño accidente en la isla de los museos. Empezaron a describirlo como cualquier buen periodista haría, hablando de los detalles, persiguiendo a los testigos, interrogando hasta la saciedad a la policía…Y de pronto, se acabo.
Apenas dos días después, cuando el tema aun estaba caliente…Cambiaron completamente su interés y se fueron hacia novedades que a nadie importaban, pero como la mayoría de individuos de esta ciudad se dejan guiar como ovejitas serviles hacía el matadero, no se hicieron preguntas.

Solo unos cuantos, nosotros incluidos, nos planteamos a que venía de golpe esa falta de interés.
Y como tenemos carnet de periodistas, podíamos ir a preguntar por ahí sin problemas, por lo que cogimos nuestro bártulos y corrimos en busca de información.
Lo curioso es que parecía que todo había sido una alucinación nuestra, porque apenas había gente que supiera de lo que estábamos hablando…Preguntábamos la mayoría contestaban sin dilación: “¿Qué accidente?”.

Afortunadamente, había quienes no estaban dispuestos a dejarse arrastrar por la opinión general de indiferencia, y aceptaron decirnos todo lo que sabían…
Que no era mucho, pero al menos, tenían interés, tiene que reconocérseles el merito de no arrodillarse así como así solo porque unos cuantos periodistas con los bolsillos llenos de billetes lilas hayan decidido hablar de otra cosa.

Resumiendo, todo lo que vieron fueron varios coches aparcando cercanos a la zona, y a algunas figuras vestidas de un modo extraño ir hacia el punto de encuentro. Por desgracia, el puente en cuestión es un punto ciego, en el que no puede verse lo que ocurre a menos que se esté justo donde se encontraban nuestras misteriosas figuras.
Al parecer, al cabo de un buen rato, la cosa empezó a ponerse interesante…El ambiente se caldeó por allí abajo, porque se oyeron disparos, ruidos extraños y demás paparruchadas típicas de una de estas películas americanas.
Creímos que los vecinos de la zona tenían una muy buena plantación de droga y que habían visto demasiadas series de policías, y que por eso todo el mundo les había ignorado…

Pero entonces, como somos metódicos, fuimos al puente en cuestión… ¿Y sabéis qué, camaradas lectores?
Pues con un poco, una pizquita, de imaginación, uno podía ver que, efectivamente, había cosas que cuadraban… Como unas marcas en la pared demasiado extrañas como para ser simples golpes, que se parecían más a balazos que otra cosa.

No necesitamos más pruebas, básicamente, porque ya las habían retirado…

¿Por qué tanto secretismo en ese “accidente”? ¿Por qué esa manía de llamarlo de ese modo y no simplemente atentado, o ataque, o cualquier otro mote que usualmente utilizan en los telenoticias los periodistas mimados?

Os lo diremos.
Siempre lo hacemos.

Revista KOMET

por **Master** Mar Abr 26, 2011 12:26 pm

DIE KOMET
La Revista independiente socialista de Berlín

"Fuegos artificiales"

Por si no era suficientemente extraño todo lo ocurrido ya en la ciudad, ahora nos encontramos con que la frecuencia de sucesos sin aparente explicación aumenta progresivamente con los meses.

Porque decidme, camaradas lectores… ¿A vosotros os parece normal que un helicóptero explote así por las buenas en Potsdamer platz? ¿No, verdad? A mí tampoco. Y mucho menos si además sumamos un tiroteo espectacular digno de una de las peores películas de acción de los años ochenta.

Como es muy difícil esconder un fuego tan grande como el que se produjo por la caída del helicóptero, nos vendieron la moto de que había sido un atentado terrorista.

Bien, camaradas lectores, llamadme paranoico, pero vamos a exponer los hechos uno a uno y vamos a sacar conclusiones todos juntos, como los niños en primaria ante una clase de observación. ¿Os parece? Porque ese es el nivel que creen la policía y los informativos burgueses que tenemos.

Empecemos.

Uno: hasta donde yo sé, ningún grupo terrorista conocido ha dicho que esa acción haya sido suya. Y ya me contaréis en qué historias se ha metido el país últimamente como para que un terrorista quiera atacar una plaza pública donde no hay interés político. A altas horas de la noche, cuando no pasa nadie. Muy inteligente, sin duda.

Dos: basándome en un criterio extraído de la lógica, el sentido común y la experiencia, digo yo que un individuo que intenta hacer un atentado, no se mete en una plaza y empieza a disparar a mansalva. Pero pongamos que lo hace porque sí, porque le apetece, porque le sobran balas.

Tres: Los francotiradores. Casualmente, estaban en la plaza JUSTO cuando el terrorista empezó, con un criterio de inteligencia suprema, a disparar al aire. Claro, habitualmente los policías con ese tipo de armamento suelen ir de edificio en edificio, apostándose en el que más les guste “por si acaso”. Y allí se toman tranquilamente un café mientras esperan y observan, por si por casualidad se cruzan con algún criminal. De toda la vida.

Cuatro: El helicóptero. Nos han informado de que el helicóptero emprendió el vuelo DESPUÉS de que el tiroteo empezara. Es decir, que la policía dio la orden de que el aparato fuera hacia la zona cuando la fiesta ya había empezado. Pues bien, un contacto nos ha informado (con pruebas e informes que lo reafirman), que el helicóptero ni era de la policía, ni se recibió orden alguna. Vaya, qué curioso.

Y podría seguir poniendo cosas que no tienen mucho sentido en todo este asunto, pero sería hacer ya demasiadas conjeturas. No obstante, camaradas lectores, seamos sinceros…
¿Os parece acaso que todo esto tiene sentido alguno?

A mí, personalmente no. Me huele tan mal como el incidente del artículo anterior, sino peor. Cuando en las noticias vimos que se informaba de un ataque terrorista, no pudimos sino plantearnos la razón que se ocultaba tras tanto sinsentido.
¿Qué puede ser tan horrible que deba ser ocultado bajo algo espantoso como un atentado? ¿Qué es menos preferible a un terrorista loco que tengan que inventarse tanta mentira?

Quisimos relacionar más hechos que parecieran de por sí raritos y buscando entre las noticias, chocamos con un accidente que no nos habría llamado la atención si no hubiera sido, de nuevo, un absurdo intento de ocultar información.

Entre tantas explosiones y tiroteos, resulta tonto fijarse en algo como un simple asesinato, pero otra vez aparece la idea de poner información llamativamente extraña para esconder detalles que no tienen sentido. Por ello, investigamos sobre un caso misterioso que ocurrió a principios de invierno.

Aparentemente, se produjo una especie de ajuste entre bandas, en el cual un hombre disparó a otro y se fue corriendo. Vale, hasta aquí la cosa resulta hasta normal, aunque un poco peliculera. Pero leyendo los archivos y preguntando a los pocos testigos que no han rehusado ser entrevistados, aparecieron de nuevo incoherencias.

En primer lugar, la víctima. ¿Desde cuándo un miembro de una banda tiene las pintas de un individuo normal, vestido normal, incluso con dinero? Puede que estemos llenos de prejuicios, ¿pero no tienen las bandas un sistema de vestimenta?

En segundo lugar, el asesino. Un hombre se acerca, lo dispara, y se va corriendo. La víctima no huyó, ni pareció extrañarse, al parecer, por ese hecho. Por ende, se conocían de algo. Es más, nos hemos aventurado a pensar que se habían citado, porque la víctima estuvo esperando en la plaza unos minutos según un testigo que observaba desde un balcón cerrado.

Así pues, los dos se conocen, aparentemente son de una banda que viste con ropa normal y poco reconocible y se citan para que uno mate al otro. Vale, bien. ¿Y el sentido de todo esto?
Y aunque tuviera algún tipo de lógica… ¿Por qué la policía no investigo a los conocidos de la víctima? ¿Por qué no hay ningún registro de lo que sucedió posteriormente con el cuerpo? ¿Por qué no hay informe policial sobre la escena del crimen, o un informe forense sobre el fiambre?
¿Quién demonios se llevó el cuerpo tan rápido que nadie pudo verle?

Os lo diremos.
Siempre lo hacemos.

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