Erik Brandt

Nombre Completo: Erik Brandt

Edad: 18 años

Sexo: Masculino

Trabajo: Estudiante de periodismo. Para pagarse la carrera, trabaja haciendo fotos para diversos periódicos. Pero como ese oficio es algo esporádicos, las noches de los fines de semana trabaja en el blut and Schokolade. Ha hecho alguna que otra foto para KOMET, aunque nadie lo sepa


Tipo: Físico.

Descripción: El don de Erik podría definirse como la sanación, en el sentido más puro de la palabra. Así, es capaz de realizar diversas cosas con el mero contacto de sus manos, desde acciones beneficiosas hasta otras sumamente perjudiciales. Empezando por las primeras, la capacidad mas básica de Erik es la de curar heridas. Pequeños cortes, golpes o esguinces son cosa fácil para él. A niveles mayores es capaz de curar roturas de huesos, hemorragias más graves e incluso enfermedades más leves y, llegado a un extremo que aún no ha alcanzado y que ni siquiera se sabe si alcanzará, regenerar células muertas y curar hasta, por ejemplo, un cáncer. En ningún tipo de caso podrá revivir a nadie ni nada por el estilo, puesto que su habilidad es la de potenciar la vida existente en el cuerpo, la de mover e intensificar la energía que fluye por todas las células, acelerando los procesos naturales del organismo. Para que su don funcione en caso de curar heridas, enfermedades o roturas, necesita siempre concentración y contacto físico y (o más bien, una cercanía que le permita tocar en determinados momentos y mantener una leve distancia en otros), al igual que para generarlos. No obstante, si se trata de sanar o generar una molestia leve, solo requiere tener a la persona enfrente y concentrarse en que la energía fluya hacia esta. Sin embargo la efectividad es nimia en comparación a lo que puede hacer con el contacto de sus manos, puesto que es por donde canaliza la energía.

Debilidad: Su don tiene varios inconvenientes a la hora de su uso: El primero, y probablemente en el que más hincapié se deba hacer, es el dolor que usarlo genera. Como si de una especie de intercambio se tratara, Erik no puede curar a nadie sin sufrir una parte de lo que su “paciente” está sufriendo. Necesita entender, comprender y sentir el dolor para poder sanarlo, una ley inexpugnable que, hasta el momento, siempre se ha cumplido. Así, sanar un hueso roto no le generará una rotura, pero seguro es que le dolerá tanto como si fuese una de verdad. Por lo tanto, a mayor concentración y más dificultad, mayor será el dolor que Erik reciba, pudiendo incluso adquirir la enfermedad que ha intentado curar, sufrir cojeras temporales, etc… Con heridas leves esto ya no sucede, debido a que ya lo tiene del todo implícito, por lo que no tiene demasiados problemas en tratar cortes superficiales o golpes que no sean de gran gravedad.

El segundo inconveniente es la propia inestabilidad emocional de Erik. Desde joven, ante cambios de humor o de estado de ánimo un don aparentemente beneficioso se volvía dañino. Así, el estado anímico de Erik cobra gran importancia a la hora de usar su don, puesto que, si bien estando animado o relajado es capaz de curar, si se encuentra iracundo, tenso o estresado es capaz de generar el efecto totalmente contrario: Ralentizar la regeneración del hueso roto, causar más dolor en el golpe, provocar mayor sangrado en la hemorragia y, llegado a un extremo, causar la parada del organismo y, por lo tanto, la muerte (Punto que no ha alcanzado ni por asomo, quedándose en algunas hemorragias y poco más). También puede provocar molestias, como un dolor de cabeza o similares, que no supongan hacer heridas, pero en ambos casos, de nuevo vuelve a recibir ese mismo dolor como recompensa. Esta parte de su don es la que ha originado parte de su personalidad y su carácter solitario.

A su vez, otra debilidad es la necesidad de cercanía para curar.

Desarrollo: Con el debido entrenamiento y si fuese capaz de controlar sus emociones y no dejarse llevar, sería capaz de manejar el don a su antojo, y decidir cuando quiere sanar y cuando quiere usarlo de forma ofensiva. También podría aumentar ligeramente la distancia mínima para la efectividad. Sin embargo su inestabilidad emocional impide que esto sea posible a día de hoy en la mayoría de ocasiones.


Apariencia:De cabello castaño, posee dos ojos oscuros y penetrantes, una penetración aumentada por lo afilado de sus rasgos. Presenta un rastor de barba incipiente, como si llevara un par de días sin afeitar. Ronda el 1,80 de altura, de cuerpo bastante simétrico, formado pero sin excederse, tirando hacia desgarbado en vez de sumamente musculoso.

Conducta y Personalidad: El mejor término con el que podría describirse a Erik es inestabilidad. No es una persona demasiado dada al hablar por hablar, más bien lo contrario. Sin embargo, es bastante consciente de la realidad en la que se encuentra sumido, y por ello sabe cuando tiene que mostrarse más cercano o alejado. Fácilmente estresable, intenta evitar cualquier tipo de aglomeración o conflicto que ponga en riesgo su relajación. Podría dar la impresión de ser una mala persona, pero esa visión dista bastante de la realidad. Sencillamente, Erik tiene miedo, miedo a perder el control y herir a aquellos que tenga cerca. No por ello es idiota, comprendiendo las organizaciones que se están dando y defendiendo lo poco que tiene.

Debido a su don ha sido invitado reiteradas veces a algún grupo, pero sigue prefiriendo la soledad, evitando así ya no herir a nadie, si no herirse a sí mismo. Si la situación es propicia y la persona no tiene malas intenciones puede encontrarse con un chico algo desorientado y dispuesto a hablar de lo que sucede en la ciudad, pero, desgraciadamente, no se da el caso muy a menudo. Su peor rasgo son sus cambios de humor: Después de todo el entrenamiento al que fue sometido sufre repentinos cambios de humor que ponen en juego su propia vida. Generalmente hay algún tipo de detonante,, algún tipo de recuerdo que origina esa explosión. Se vuelve malhablado y en ocasiones violento, y es mejor no estar cerca de él cuando esto sucede.

Experiencia de combate: A decir verdad, no mucha. Ha practicado Kárate y judo, acordándose de bastantes cosas, pero prefiere no verse inmiscuido en una pelea que pueda trastocar sus emociones, incluso sería capaz de recibir sin defenderse con tal de no verse en esa tesitura.

Otras habilidades: Ninguna más.


¿Sabes algo de la guerra?: No sabe nada más allá de notar ese ambiente de tensión en ciertas ocasiones... Eso, y algunas cosas que se suceden en el bar que trabaja.

Historia: Erik nació fruto de una relación entre su madre, miembro del White Shield, y su padre, un periodista alemán un tanto polémico. Ambos se conocieron durante unas vacaciones en Italia, y del fruto de esa relación surgió Erik. Sin embargo, poco le duró la alegría al recién nacido bebe. Su madre, queriendo evitar a toda costa inmiscuirlo con la organización y meterlo ya desde niño en una guerra, se decidió a abandonarle junto a su padre. Le hizo prometer que nunca diría donde estaba, algo que el hombre, muy a su pesar, aceptó.

En cuanto Erik tuvo algo de uso de razón ambos se mudaron a Berlín, lugar natal de su padre. El niño no tardó en darse cuenta de lo que tenía en su interior cuando. Tenía las inquietudes de cualquier niño de su edad, un chico sociable que empezaba a conocer el profundo misterio de las relaciones humanas...

O así fue hasta que, tras ver como un par de niños apedreaban a una paloma y la herían, Erik se acercó a ver como estaba. No supo exactamente qué paso, pero una especie de luz pareció brotar de sus manos, y la sangre y la herida comenzaron a desaparecer. La paloma salió volando de sus manos, y Erik marchó corriendo a casa para contarle a su padre que era un mago como los de las películas. Este empalideció al escucharlo, porque él sí que sabía lo que eso significaba. Erik era un dotado. Le hizo prometer que jamás se lo diría a nadie, teniendo que hacerle ver como algo malo la utilización de ese poder.

Erik acató la reprimenda, pero no por ello dejó de utilizarlo a escondidas y en secreto. Conforme crecía y crecía iba comprobando como su poder aumentaba, y lo que en principio eran heridas absurdas comenzaron a ser esguinces, cortes y alguna que otra rotura. Erik disfrutaba, no pudiendo imaginar la cantidad de cosas buenas que podía hacer... Hasta que le provocó, en mitad de una típica pelea de instituto, unas heridas internas bastante serias a uno de sus compañeros. Fue entonces cuando se dio cuenta de lo que tenía dentro, y de que su padre siempre había llevado razón.

Desde entonces lo ha ocultado, sin siquiera usar su poder, a ojos de los demás, buscando pasar desapercibido. En situaciones de tensión o de ira esa naturaleza malvada se despierta, por lo que Erik vive con un constante miedo hacia sí mismo y el daño que pudiera ocasionar, un daño que el mismo recibe cada vez que usa sus habilidades. La relación con su padre cada vez es más distante, apenas tiene amigos y se dedica a hacer fotos de vez en cuando y trabajar mientras se paga la carrera...

Deseando ser normal, aunque sepa que su poder, su don, siempre estarán ahi, sin ser consciente del peligro que corre entre las calles de Berlín.

Familia Actual: Su padre. Nunca ha conocido a su madre, y por lo tanto no sabe si está viva o muerta... Aunque para él, más bien lo segundo. Lo único que sabe, es que es italiana y que el nombre lo escogió ella.


Grupo sanguíneo: 0-

Gustos y Manías: Disfruta muchísimo con las artes escénicas, en especial el teatro y la fotografía... Pero con lo que más disfruta, es con la ópera, que mezcla sus dos pasiones: El teatro y el canto. Le gusta cantar, desde siempre, y pese a no haber recibido clases, tiene un buen oído y con el autoaprendizaje ha ido mejorando. Actualmente va a alguna que otra pagándoselas él mismo, sobretodo para aprender a respirar. Le gusta principalmente el rock y el género algo más gótico, puesto que se ha acostumbrado a escuchar ese tipo de música desde que trabaja en el pub. Como fotógrafo no es malo, aunque su intención al estudiar periodismo es convertirse en un periodista objetivo y de calidad, como lo es su padre.

Curiosidades: Oculta a toda costa su don. Es su mayor temor y un enemigo incluso para sí mismo, por lo que lo ve como algo extraño y sumamente peligroso.