La ciudad de Berlín

por **E. Von Leinsdorf** Mar Jun 09, 2009 3:50 pm

Desde la tranquilidad del presente, con los libros de historia abiertos por los primeros capítulos del siglo XX, los ciudadanos de Berlín suelen pensar que todo aquello cuanto sus antepasados vivieron fue algo que nunca se repetirá, algo que ellos no vivirán.
En las escuelas los niños aprenden los hechos del Nazismo y la Segunda Guerra Mundial como quien memoriza terribles cuentos de miedo que más tarde explicará a sus amigos. Los ancianos suspiran calmadamente sentados en los bancos del parque, observando con ojos vidriosos las calles que fueron destruidas en sus tiempos de niñez y sonríen pensando que sus nietos nunca conocerán ese horror.

Y todos ellos se equivocan.

Cuando el barco se hunde las ratas son las primeras en buscar refugio, ocultándose entre las sombras para ver después como el agua arrastra hasta el fondo del mar a los pobres que no han sido tan rápidos como ellas.
Y ese fue el caso de E. Von Leinsdorf quién, tras ver como el nazismo se derrumbaba entre las fuerzas aliadas y los ejércitos de Stalin, huyó y se escondió.

Durante años, el mundo se encargó de limpiar los restos de aquella ideología que con la promesa de sueños de grandeza tantas vidas se había cobrado. Pero no pudieron acabar con todos los supervivientes, ni con todos los proyectos. Von Leinsdorf, tras unos años en silencio, empezó a reconstruir en secreto una organización que le llevaría a cosechar más poder del que jamás hubiese imaginado.

Poco a poco, esa organización, a la cual había denominado el León Negro, empezó a extender sus garras por Europa y más tarde, por el mundo.
Parecía que no habría freno que pudiera frenar la ambición de Leinsdorf, hasta que en su camino se cruzó un misterioso personaje: John Doe.

Este individuo de nombre secreto juró detenerle los pies a la organización de cariz nacional-socialista y para ello creó el White Shield, un grupo que recibió la ayuda secreta de gobiernos y cuerpos policiales.

Y para detener el cruento avance de Von Leinsdorf, John Doe decidió atacarle en el epicentro de su actividad: Berlín.
Cada uno de los bandos escogió una zona de la ciudad para quedarse, en la cual extendieron sus zarpas como si de retorcidas raíces se tratase.

El Black Lion se quedó con el Berlín Oriental, la antigua parte comunista, aunque pareciese una ironía demasiado curiosa para ese grupo de antiguos nazis. Desde allí instalaron una red de edificios francos que empezaron a utilizar para llevar a cabo todas sus actividades, generalmente ilegales, pero toleradas por el gobierno sobornado y controlado.

El White Shield se aposentó en Berlín Occidental y allí proporciono algo de libertad y seguridad, aunque el León Negro se encargó de propasar las fronteras y volver peligrosa toda la ciudad. Para protegerse de su inclemente presencia, construyeron un refugio subterráneo que les separó del resto del mundo, donde pueden realmente sentirse seguros sin temer que una sombra les clave un puñal por la espalda.

Por supuesto, ambos actúan actualmente de espaldas a la población civil, procurando no llamar nunca demasiado la atención aunque en ocasiones, los medios de comunicación no pueden sino sorprenderse ante extraños sucesos y accidentes que la policía sobornada intenta ocultar sin éxito….Incluso algunos ciudadanos son testigos de la batalla que se lleva a cabo entre las sombras.

Nos encontramos en una ciudad dividida entre aquellos que luchan por vencer a la oscura organización y los que no saben nada de lo que ocurre, o lo saben y prefieren fingir que nada extraño sucede.